La creatividad como expresión del espíritu

“La creatividad es la forma en que comparto mi alma con el mundo”,
BRENE BROWN

El arte es una consecuencia indudable de un ser creativo. Primero la creatividad, después el arte. No hace falta pintar, hacer música o escribir algo fantástico, para considerarnos seres creativos. El arte es el producto de un estado interior del espíritu. Y es muy posible, que si una persona es creativa en su vida, y lo atrae el arte, se sienta llamada por alguna de sus ramas.

¿Y qué es la creatividad? Es la originalidad, es plasmar en el mundo algo nuevo, o hacer único aquello que es repetido sistemáticamente. Todo, hasta lo más monótono, puede ser convertido en un acto creativo. Con la creatividad empezamos a mirar y pensar el mundo y la vida de otras formas.

La creatividad es una manifestación espiritual, una capacidad con la que hemos nacido todos, sin excepción. A través de nuevas ideas, percepciones, pensamientos y sentires nuestro espíritu nos habla e invita a nuestro propio destino. Cuando un espíritu está vivo y despierto en un ser humano, éste se convierte en creador de su destino, en vez de víctima de él. Pero –repito-, para despertar este don innato, debemos derribar muchas barreras que hemos adquirido desde temprana edad, y otras que nosotros mismos nos hemos impuesto en la adultez, por miedo a ser demasiado diferentes, a equivocarnos de camino y el listado puede seguir.

¿Cómo habilitar aquellas puertas que hemos cerrado consciente o inconscientemente? Se comienza…

• flexibilizando la mente. Una mente que da permisos a experimentar, a la equivocación…, deja de ser una limitación o un bloqueo para la creatividad.
• dejando ser a nuestros impulsos profundos, dejándonos expresar, decir y hacer lo que surge desde nuestra esencia.
• perdiendo el miedo al rechazo de los demás, al error o al ridículo.

Pero antes de esto, se comienza perdiendo el miedo a perdernos en nosotros mismos, a perder las riendas y el control de todo lo seguro que hasta el momento hemos sostenido.

Y principalmente, confiando en que este impulso no es huérfano, es hijo de nuestro espíritu y nuestro espíritu habita en un lugar donde todo es posible, y a la vez trae el registro de la misión que debemos expresar en nuestra vida y el mundo.

Si diariamente nos animamos a romper nuestras propias ideas, rutinas, patrones de comportamiento, si pasamos de lo monótono a una vida dinámica y creada en el día a día, nos convertimos en Seres Humanos Creativos.

La reflexión de Erich Fromm: “La creatividad requiere tener el valor de desprenderse de las certezas”, es inspiradora si deseamos avanzar por el camino de la creatividad.

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